Vos, constantementeCuando quieras
yo te espero
nada queda
de mi miedo
Sólo vos
ocupás mi mente.
Nadie más,
vos, constantemente.
Es tuya
la decisión.
Y la espera
mi tonto, tonto,
tonto,
corazón.
No puedo escapar a la poesíaNo puedo escapar a la poesía
la llevo adentro, es genética
de familia y amplia tradición.
La llevaba mi viejo, mi tío
y mi tía. Su tía y su prima.
Nadie escapa en la familia
ni siquiera yo,
que odio la poesía.
Pienso dos, tres palabras
y poemas salen, que ironía.
No es un don, ni un regalo,
es una maldición
algo malo
extraordinario
inesperado...
recibido con indiferencia
y algo de apatía.
Sin embargo, cuando ocurre,
me levanto de la cama,
busco esta libreta
alguna birome
y escribo las palabras
que surgen de la nada
sin sentido o pretensiones de ser
vera poesía.
Lo es, porque lo sé,
así lo reconozco.
No le doy estructura,
sentido ni vida.
Simplemente ocurre,
yo no lo pedí
lo acepto y me resigno:
de alguna manera
yo también
escribo poesía.
ConozcámonósYo te conocí
y no sentí nada.
Eras una chica,
una linda chica,
que feo me miraba.
Después te conocí,
me caiste bien.
Día tras día
tu conversación aguardaba.
Finalmente,te conocí.
Y comencé a quererte.
Pero al conocerte
me di cuenta
que era a otro a quien fijabas tu lente.
Regodeo de sangre.Voy a empezar a afilar los cuchillos,
limpiar la escopeta, pulir mis mañas
de hábil envenenador, o aprender karate,
para poder, con mis propias manos, asesinarte.
Sos mi amigo, pero no te aguanto más.
Cada mujer que miro, vos te la llevás.
Es por eso que he decidido
matarte a la primera
oportunidà que vea
y regodearme en tu sangre
y pensar que soy libre
de querer a quien quiera
sin que ella se fije
primero, siempre primero,
en vos.
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