sábado, febrero 18, 2006
Verano en familia
1.
Es un día nublado de mediados - fines de marzo, en una playa algo triste por falta de turistas, con una brisa leve pero insistente que sopla desde el mar. Gimena, de 14 años, corre sin prisa hacia Marcos, que se aleja cansino por uno de los costados de la playa.

GIMENA: Perá!, perame! Dónde vas?
Marcos, sin detenerse, gira levemente la cabeza en la dirección de Gimena, que se pone a la par de él.

MARCOS: Voy a caminar un poco. (pausa, los dos caminan mirando para delante) A pasear un poco, hasta el faro.
GIMENA: (mirándolò) Te puedo acompañar?
MARCOS: No sé... en realidà, lo que iba hacer es encontrarme con mi contacto en la KGB, detrás del faro, para pasarle mi informe sobre las últimas dos semanas. Pero ahora que estás vos... y cometí el error de decirte esto, no sé si encontrarme con él. O matarte para silenciarte... (la mira)
GIMENA: (mirándolò, extrañada) Qué es la KGB?
MARCOS: (suspira) Dale, haceme sentir más viejo...
Caminan un rato en silencio, abrazados. La playa semi vacía y casi fría se altera poco por el resonar de los pasos de ellos sobre l'arena. Se escuchan los gritos del heladero.

GIMENA: (soltándosè) Comprame un helado.
MARCOS: Comprame, comprame...
Lentamente se dirigen al heladero.

MARCOS: Me hace acordar, hace mucho tiempo, una punta de años, hola, un bombón helado...
GIMENA: (mirando el cartel) A mi, un "exagelado".
MARCOS: ...un día, esperando un colectivo, paró un auto y se bajaron dos tipos y un nene, y cruzaron la calle hacia un supermercado. (el heladero le da los helados) Al ver el super, el pendejo lo primero que dice es "papi comprame". (se rien) "No podía faltar", dice el padre.
HELADERO: (riendo) Los chicos son terribles...
MARCOS: Si, son una plaga. El mío más chico, tiene 11. (le paga al heladero) No está entrando en la edà del pavo, está entrando en la edà del pelotudo. (Recibe el vuelto)
HELADERO: Es así, pero los hijos traen satisfacciones...
MARCOS: (dudando seriamente) Sée... Chau, gracias.
Marcos se aleja abriendo su helado. Gimena, que se había alejado hacia el mar, se da cuenta que Marcos se va y corre hacia él.


2.
Sentadas en l'arena, alrededor de todos los bolsos y ropas, Lucía y Natalia buscan comida para Sebas (10 años), Matías (11 años) y Juan (12 años), que, con sus sánguches en la mano, se alejan.

LUCÍA: (acomodando) Che, Nati... No conociste a nadie ultimamente?
NATALIA: (mirando el cielo) No.
LUCÍA: Nadie desde Jorge?
NATALIA: No, basta. No quiero conocer a ningún otro. Ya está. Acá quedé. Ahora voy a dedicar mi vida a mi hijo y a mis amigos. (gesticula mucho)
LUCÍA: (mirando alrededor) Eso, tu hijo... Manuel donde está?
NATALIA: No sé. (se rie, buscando con la mirada) Por ahi debe andar. Se hizo un par de amigos acá en la playa... que se yo, mientras no esté con mufa, que ande por donde quiera. Ja!
LUCÍA: (después de una pausa) Qué buen enfoque. Dedicar tu vida a tus amigos. Cualquiera otra a los cuarentipico estaría desesperada por encontrar un tipo con algo de guita...
NATALIA: Noooo!, ni en pedo!. Además, los de guita no les interesa las madres de adolescentes con un enfoque "alternativo" de la vida...
Se rien un rato y empiezan a comer un par de sánguches.
LUCÍA: (masticando, con delicadeza y estilo) El otro día... me decía Juliana... que si no fuera porque vos pasás... tanto tiempo en su casa, o si ellos no fueran tanto... a la tuya o a la nuestra, no soportaría la vida de madre casada de casi cincuenta...
NATALIA: Sí, pasar tanto tiempo entre amigos te desaliena completamente. Es como cuando teníamos veinte. Lo único que con hijos preadolescentes...
Terminan de comer riendosé.
LUCÍA: Pero igual, los amigos son ustedes, yo siempre es como qu'estoy un poco afuera...
NATALIA: Nooo... por qué? Si siempre te tratamos igual que entre nosotros...
LUCÍA: Si, pero no es igual...
NATALIA: (preparando el mate) Andrés siempre me decía algo así, que era sapo de otro pozo... Y Jorge también, pero a él... él ya entró al grupo tarde, ya era más difícil. Son ideas tuyas, tanto a vos como a Andrés siempre los incluimos en todo y los tratamos como amigos iguales. Más todavía a vos que todos te cocíamos de antes.
LUCÍA: Si, ya sé, pero igual, no es lo mismo. Ustedes cuatro son un grupo muy cerrado. Sergio, Marcos, Juliana y Natalia. Y un poco también Martín.
NATALIA: Martín, hace tanto que no lo veo...!
LUCÍA: Yo lo último que supe es que se había ido de viaje a Brasil, con Rodrigo, el amigo.
Se toman los primeros mates en silencio, mirando hacia el mar.


3.
A la orilla del mar, mojándosè los pies, Sergio charla con Juliana y Carolina (15 años), qu'está colgada del cuello d'ella.

SERGIO: Ahhh! Está fría! Ahhh!
Carolina se ríe con ganas.

JULIANA: (sonriendo) Qué cosa!, es tremendo. Sos un debilucho! Un María Cristina! (pausa) Te acordás cuando eras el forzudo frustrado?
SERGIO: Nooo!, casi me había olvidado! (se agarra la cabeza. Juliana se rie)
CAROLINA: Cómo forzudo frustrado?
JULIANA: Tu viejo, acá presente, todo grandote y fuerte que parece, solía mandarse la parte y tratar de hacer... como diríamos...
SERGIO: Hazañas...
JULIANA: Sí, masomenos, digamos "hazañas", como levantar cosas pesadas él solo, querer abrir una botella de cerveza con la mano, etcétera, y siempre fracasaba (se ríen), asique, 'nun momento, l'empezamos a decir forzudo frustrado, porque como grandulón era un fracaso.
SERGIO: Y así es que me hicieron un fracaso, en serio, porque dejé de intentar por miedo...
JULIANA: Usté ya era un fracaso, señor!
CAROLINA: Ahora en casa, como te vamos a cargar con estooo!...
SERGIO: (a Juliana) Aaajjj! Ya me hiciste perder el respeto de mi hija, no vas a ser más mi amiga...
JULIANA: Vos creés que me importa! (levanta los hombros)
SERGIO: (después de una pausa mirando al mar) Sí, te importa!
Juliana sonríe y baja la cabeza. Quedan los tres en silencio, disfrutando dela brisa del mar.

CAROLINA: Hace una bocha de tiempo que se conocen, ustedes, no?
SERGIO: Sí... unos veinte años...
CAROLINA: Y los cinco al mismo tiempo...
JULIANA: Sí, masomenos, en un año - año y medio. Algunos de la facu, otros... de la vida...
SERGIO: Y Martín y Alicia... y Daniel... Pero ellos están más perdidos.
CAROLINA: Qué fuerte! Mirá si en veinte años yo y mis amigos seguimos juntos como ustedes...
JULIANA: No se si es igual. Porque nosotros no somos amigos desde la secundaria. Cada uno de nosotros tiene otros amigos (menos amigos), que son los de la secundaria. Nosotros nos fuimoos conociendo después...
SERGIO: Con mucha otra gente que no fue quedando en nuestras vidas. Nosotros seguimos amigos porque desde el principio nos llevamos muy bien. Somos un rejunte que cada uno aportó al grupo.
JULIANA: A la familia...
CAROLINA: Es como una familia. Vos sos mi tía (se miran y se sonríen, Carolina todavía colgada del cuello de Juliana) Entonces... mis amigos de ahora seguramente no serán mis amigos a los cuarenta... (algo triste)
JULIANA: No podés saber... En tu vida tus prioridades y tus gustos... y tus intereses se van a ir formando. Entonces, las pequeñas diferencias que hoy podés tener con tus amigos van a ser mayores, y cada uno va a buscar otros amigos, más parecidos...
SERGIO: Pero también podés seguir con los mismos amigos toda la vida. Hay amigos míos de la secundaria que todavía siguen siendo los mejores amigos entre ellos. (pausa) Manga de infradotados... (rien)
JULIANA: Lo importante es tu individualidà, tu personalidà. Si es fuerte, tenés ideas propias, asentadas, a tus verdaderos amigos los vas a tener que salir a buscar. En cambio, si tus ideas no son fuertes, te vas a quedar con los que vayan quedandosè con vos...
Las nubes se van despejando, y el sol reaparece, tibio, en su caida hacia el mar. Los tres quedan en silencio mirando al horizonte.


4.
Marcos y Gimena caminan a paso sostenido para llegar al faro antes que se ponga el sol. Mientras Marcos habla, ambos miran hacia delante, cada tanto volteándosè a ver al otro.

MARCOS: ... estaba un ateo, caminando por un bosque, respirando el aire puro, mirando las flores, todo eso. Muy contento... En eso, inspira, se llena los pulmones, y al exhalar dice: "que maravilla!, como la naturaleza... la selección natural de forma arbitraria creó tanta belleza!...". Se da vuelta y ve, frente a él, a un enorme oso que lo mira mal... muy mal. El tipo se asusta y empieza a correr, con el oso siguiéndolò atrás bastante cerca. (hace una pausa). El tipo corre cada vez más rápido, pero el oso no se aleja. En eso, tropieza y se cae. El oso le salta encima, lo atrapa, y le va a pegar un zarpazo. El ateo, se cubre con los brazos y grita, histérico: "dios mío!". (pausa). En ese instante, el tiempo se detiene, el oso con la garra en el aire... (piensa) a ambos los ilumina una luz brillante que viene del cielo, y una voz dice: "hijo mío, ahora, en el peor momento de tu vida, te acuerdas de mí..." La voz es imponente y calma, trasmite paz... El tipo queda atónito, y dice "dios, no podría ser tan hipócrita como para rogarte ahora, después de tantos años de negarte de una forma tan... enfática, que me salves la vida. Lo único que puedo pedirte es que conviertas a este oso en un buen cristiano..." Dios hace un silencio, y al instante, la luz se diluye... y el tiempo comienza a correr nuevamente. El oso, con la garra en alto... listo para destrozarlo, lo mira al tipo a los ojos, se detiene, junta ambas garras y dice: (pausa teatral) "dios mío, bendice el alimento que voy a recibir..."
Sin dejar de caminar, se rien.


5.
Con el sol casi nel horizonte, todos tirados en l'arena charlan de todo un poco.

SERGIO: (abrazado a Lucía) Qué vamos a comer esta noche?
JULIANA: (masticando un sánguche) Marcos y vos podrían hacer un asado...
SERGIO: Otra vez?!
NATALIA: Ché!, pero si nosotras cocinamos todo el año!... Ahora en vacaciones no pueden ustedes hacerme el favor?!...
SERGIO: Eh!!!, pará un poquito!... me vas a morder...
NATALIA: No, no te voy a morder...
SERGIO: Te me vas a tirar encima con un cuchillo... loca...
JULIANA: Y no es verdà, Nati. Marcos cocina bastante...
MATÍAS: (sentado al lado de Juliana, que le pasa un brazo por el hombro) Si, papá cocina rico...
LUCÍA: (mirando con amor a Sergio) ...Y Sergio también cocina...
CAROLINA: Muy poco!
SERGIO: Bueno! Ya cociné bastante cuando vivía solo... Déjenmè en paz...
NATALIA: Bueno, perdón las chicas con suerte que tienen maridos medio maracas que cocinan...
SERGIO: Andá cagar!
Se hace una pausa, mientras Natalia le pasa un mate a Sergio
JULIANA: (a Matías) Matu... y Sebas y Juan?...
MATÍAS: Se fueron por ahí, había unos tipos pescando, querían mirar, no se...
JULIANA: Y vos porqué no fuiste?
SERGIO: Ricos, tus mates, Nati...
NATALIA: Viste, algo se hacer...
MATÍAS: (a Juliana) Que se yó...
JULIANA: (en voz baja) Acordate lo que te contó tu viejo el otro día...
Matías se queda pensando con la mirada perdida. Luego se levanta y se va corriendo.

LUCÍA: Qué le contó?
JULIANA: El otro día, viste que Matu medio que tiende a quedarse con nosotros...
NATALIA: Si, tendría que ir a jugar más...
JULIANA: Bueno, el otro día Marcos, por este tema, le contaba que cuando era chico le pasaba lo mismo, que no quería salir tanto a jugar, y que con el tiempo fue perdiendo a los amigos.
NATALIA: Lo psicopateó fuerte...
JULIANA: Si, pero sirvió.
Se quedan un minuto en silencio, tomando mate.

SERGIO: Nati, que favor querías que te hiciéramos Marcos y yo?
NATALIA: (Sonriendo) Andate a la mierda!
SERGIO: (riendo) Tonta...
NATALIA: Estúpido...
SERGIO: Insegura...
NATALIA: Psicópata...
SERGIO: Ehh... se me acabaron las verdades que decirte.
NATALIA: Si, a mi también. Ja! Pero te las dije...

6.
Cerca del faro, Marcos y Gimena están sentados mirando el mar y tomándosè un porrón.

GIMENA: Viste...
MARCOS: (pasándolè la botella) Si?
GIMENA: Viste Germán y Martín?... (lo mira)
MARCOS: Si, tus amigos... Que les pasa?
GIMENA: La otra noche, hace un par de semanas... uno o dos días antes de salir de vacaciones. (toma de la botella)
MARCOS: (algo preocupado) Qué pasó?
GIMENA: Estábamos ellos, Andrea y yo, en lo de Germán, charlando.
MARCOS: (espera) Si, y?
GIMENA: (nerviosa) Que... que Germán y Martín... estaban como misteriosos... y tenían un porro...
MARCOS: (le vuelve el color a la cara) Ah!, y? Que pasó? Les ofrecieron a Andrea y a vos?
GIMENA: Si. Pero les dijimos que no, eh...
MARCOS: Tá bien. (toma un trago) Pero querían?
GIMENA: (hace una pausa, mirándolò) No se...
MARCOS: La próxima vez... vas a probar?
GIMENA: No sé. Qué hago?
MARCOS: Es tu vida, no puedo decirte que hacer. Si querés, fumá. Si no, está bien. No lo hagas por miedo a que no quieran ser más tus amigos. Cómo los ves?, fuman mucho, Germán y Martín?
GIMENA: Dicen que no, que una vez cada tanto. Los porros se los da un primo de Germán, de ventitanto...
MARCOS: Bueno, lo único que te digo es, tené cuidado, siempre con moderación. Y si ves que tienen otras cosas, ojo, mucho más cuidado... No hagas locuras.
GIMENA: Vos alguna vez fumaste marihuana?
MARCOS: Si.
GIMENA: (asombrada) Si? Cuándo fue la última vez?
MARCOS: (piensa) A ver... Una semana antes de venirnos...
GIMENA: (más asombrada) Si? Pensé que me ibas a decir "hace diez años"...
MARCOS: (sonriendo) No.
GIMENA: Mamá sabe que fumás?
MARCOS: Si, si ella los arma.
GIMENA: (no lo puede creer) Y quién más? Natalia, Sergio, Lucía?...
MARCOS: Lucía no le gusta. Pero no tiene problemas.
GIMENA: (tomando cerveza) No lo puedo creer. La verdà, pensé que ibas a hacer un escándalo, que me ibas a prohibir que me juntara con los chicos, que ibas a llamar a los padres...
Marcos se rie. Gimena le pasa la botella y apoya la cabeza en el regazo de Marcos, que le acaricia el pelo.

GIMENA: No se si no me hará mal...
MARCOS: A muy poca gente le hace mal. El problema es no desbandarse, no creerse el pistola y mandarse cualquiera. Por eso te digo que vos, y los chicos, tengan cuidado.
GIMENA: Y si empiezo a ver cosas y me vuelvo loca?
MARCOS: (se rie) La marihuana no es alucinógena, te relaja, nada más.
GIMENA: No se que voy a hacer. Qué difícil que es todo.
MARCOS: La vida es así, difícil. Solamente tenés que tratar de pasarla bien, sin pensar en los problemas más que lo que los problemas necesitan.
GIMENA: Vos decís que no hay problema si fumo un faso alguna vez, tonce?
MARCOS: Mirá Gime, a mi, lo que me parece es que vos no querés fumar. Si no, no me hubieras dicho nada, ya que pensabas que me iba a enojar. Asique, la próxima vez, deciles que no querés y basta. Y si sí querés, fumá y se acabó. Yo no puedo controlar tu vida, ni decirte que hacer. Vos ya estás empezando a ser grande, y tenés que tomar responsabilidà por tu vida.
GIMENA: Es difícil tomar responsabilidades. Cómo sabés que hacés las cosas bien?
MARCOS: No sabés. Te das cuenta al tiempo, si sos feliz con tu vida o no. En definitiva, lo importante en tu vida, va a ser, siempre, tus amigos. Más que cualquier otra cosa. Pero no tenés que intentar conservar a tus amigos a toda costa, agradándolès, porqu'entonces no son tus amigos.

Gimena toma el último trago de la botella, todavía con la cabeza en las piernas de Marcos. Ambos se quedan viendo al sol caer bajo el horizonte.
 
suspiro exagerado de Juansolo como a las 20:19 | Permalink | 0 comentarios