sábado, octubre 01, 2005
Aquel árbol que perdiste
Es un árbol especial. Aquel que en tu infancia contenía esas sombras que te daban miedo, aquellas sombras que en tu adolescencia eran meras boludeces de pendejo, boludeces que en tu vida se convirtieron en raros recuerdos de infancia, cuidadosamente guardados en un rincón de tu intelecto. Ese árbol que seguramente siguió creciendo, pero que en realidà se hizo infinitamente más pequeño, desde la guarida de monstruos y misterios que fue una vez, al simple vegetal sin mayor virtù que la que vos le das con tus recuerdos. Ves al árbol. Y te da tristeza. Es que los recuerdos deben permanecer en eso, una porción de tu vida que no debe volver a materializarse, porque se destruye, se convierte en un polvo vacío, sin contenido, se convierte en una mancha negra que comienza, lenta pero inexorablemente, a poner de rodillas tu vida. Son cosas que no existen en realidà, o que en realidà son las únicas que existen con verdadero sentido. Porque existen en esta extrañísima cabeza que tenemos, ese inconmesurable universo que contiene infinidà de cosas que nunca verán la luz, pero que cruzan a ciegas muchas veces para perderse, pero otras para encontrarte. Te habias encontrado en tu infancia y adolescencia, lástima que ahora volviste y te perdiste.
 
suspiro exagerado de Juansolo como a las 13:07 | Permalink |


1 Comentarios:


A las 14:50, a Anonymous Anónimo le chifló el moño.

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