Caminando por la calle, pensando en mí, no pude dejar de chocarme conmigo mismo. Y la imagen me devolvió tristeza y realidá. Desde entonces no logro deshacerme de mi, de mi yo mejor que yo. Me acompaña al baño y a la cama. Está ahi cuando me cambio y me inhibe. Me acerco a una mujer y él le habla al oido: al reirse ella se reirá de lo que yo le digo de mi?. Los dias se hacen nublados aún en primavera, aún en esta ciudá de humedá y sol perpetuos. Es porque estoy conmigo y me persigo a todos lados, aunque corra me alcanzo con una sonrisa socarrona, mientras trato de retomar el aire. Ni siquiera tuve el tacto de no hacerme reconocer, o aunque sea mantenerme con una fabrica de jabones. Me arrastro en mi baba y tardo décadas en llegar allí donde debo ser. No se si llegaré algún dia, pero vaya si lo intento. No hay duda que lo intento, no hago más que intentar, aunque yo mismo, y todos los demás, me obstaculicen. Tengo el tremendo miedo de no ser más que un patético bisbis bisbis.
"La felicidad debía ser otra cosa, algo más triste" Cortázar, 62, modelo para armar.
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No olvide que "la fe mueve montañas".
Saludos!