Algunos detalles que surcan mi vacía cabeza:
1) Debo ser la única persona en el mundo (o cuantimenos una de las pocas), que se despierta a las 4 de la matina antojado de tomar jugo tang de naranja, y se levanta a hacer una jarra, para después tomarse la mità mirando la noche a través de la ventana de la cocina a oscuras.
2) No entiendo (delicadeza para no decir no me gusta) a los adolescentoides de hoy con sus antiestéticas cadenas de bolitas de acero. Y sus pelos mal cortados (todos mal cortados igual). Y esas remeras sosas, una encima de otra (gente, se inventó el buzo, sepanlò).
3) No puedo esperar que haga un poquito mas de calor para poder andar en pata por mi casa. Que placer, sacarse la mugre de las plantas en la otra pierna, antes de tirarme a la cama...
4) El año pasado tenía ideas, este no. El 2004 fue un año sepia.
5) El domingo pasado quería pasarlo estudiando. "Voy a ver una horita de tele y empiezo": resultado, 2 horas seguidas de Mansión Foster por Cartoon Network (el canal que alguna vez dije que nunca iba a ver). "Basta, voy a cambiar de canal, asi me aburro y me pongo a estudiar...". Zap, zap, zap... tarde en continuado de Los Padrinos Mágicos. Los programadores de la tele no quieren que estudie.
6) No, nunca se está grande para ver dibujitos.
7) Si, en serio lo digo.
8) Que grande el chancho...
9) Nueve... el canal 9 nunca me gustó. Ni con Romay ni mucho menos con este forro de Hadad. Extraño canal Azul. Sobre todo aquel programa veraniego de bloopers, conducido por Mariano Iudica. Que tiempos aquellos.
10) Pero lo que extraño en serio es la década del ochenta. Era tan retro y tan moderna a la vez... Extraño las galletiterías con sus grandes frascos de dende el galletitero sacaba 150 g de sonrisas (las viejas, que eran más ricas), por ejemplo. O la decrepitud de los carteles publicitarios. Todavía hasta hace dos años (creería que aún hoy), podía sentirme de vuelta en los ochenta viajando en el colectivo 41 por avenida Congreso, entre Cabildo y avenida del Tejar. Quizá esté asi porque estoy escuchando el ataque ochentoso por la Metro.
Etiquetas: Reflexiones
Esas cadenas que usan las pendejas son horribles.Y el pelo mal cortado yo lo usaba hasta que se puso de moda, porque todos me decian que tenia el pelo desparejo. Si,me lo cortaba yo... ahora pagan para que les hagan eso, yo no entiendo.