No, no, no, está todo mal...
La gente al pedo del mundo acaba de elegir las
nuevas siete maravillas del mundo. No es mala idea, pero está desde el vamos, mal encarada. Para empezar, tiene un tufillo mercantilista, es votado por internet (por lo cual mucha gente se quejó de que los pobres que no tienen acceso a internet -- una gran parte de la población mundial -- no podían elegir), y, más importante de todo, se elige por voto popular. Y ya sabemos lo que pasa cuando la gente vota. No, no, querido, así no es. Vos te imaginás a
Heródoto yendo casa por casa en su Ellas natal para definir las viejas siete maravillas del mundo? No, no, lo hizo solito él y su alma, y se bancaba las críticas, porque era un hombre de pelo en pecho (si, lo vi en fotos de época, con la camisa abierta, como buen griego).
Asique, para reparar la afrenta hecha al cosmos, cual Heródoto moderno, voy a proceder a elegir YO MISMO las nuevas siete maravillas del mundo. Qué tanto.
1.
Las pirámides de Giza, Egipto. Porque son impresionantes, y muy, muy, muy antiguas.
2.
La Torre Eiffel, París. Porque es un símbolo mundial. Y es re-linda.
3.
La gran muralla china, China. Porque es un canto al esfuerzo absurdo de ser humano.
4.
La estatua de la Libertad, Nueva York. Porque es kitsch.
5.
El Taj Mahal,
Agra. Porque es recontra kitsch. Y es un mausoleo hermoso.
6.
Los moais de la isla de Pascua. Porque terminaron aplastando a una civilización.
7.
El coloso del Parque, Rosario. Porque si.
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