jueves, enero 04, 2007
Alcoyana Alcoyana

Desde siempre tuve la particularidad de tener 'sueños' (llamémoslè así) en estado de vigilia, sobre todo en ese momento de modorra posterior al despertar y anterior al levantar. Y no hablo de esos tan comunes de 'voy caminando y me caigo en el pozo', no, son cosas bastante extrañas. Mi primer 'sueño húmedo' fue así: yo iba a la primaria a la tarde, por eso me despertaba hacia las 10 y me quedaba un rato remoloneando en la cama. Lo extraño fue que el sueño no tuvo forma humana, sino que la acción ocurría en un mundo de raros animales humanizados, mezcla de osos, conejos y ratas. Pero aún así, dentro de ese mundo cuasi-infantiloide (muy onda 'mi pequeño pony' u 'ositos cariñosos' pero con cierto carácter pre-adolescente), en el 'sueño' le daba con ganas a una osa/coneja/rata.

Empecé el año con dos de estos al hilo. Situación: domingo 1º, 10-11 de la mañana, cama, entredormido. Ambos cortitos. El primero. A fines del primer peronismo (1954, ponele) Perón firmaba un decreto con una modificación a un artículo del Código Civil que decía una cosa así: "Art. 4. Las personas pueden ser en acto, fallecidas, fantasma y recuerdo". Más allá de lo bizarro-racional-legal del sueño, me asombra el detalle aristotélico del 'en acto' y lo romántico del 'fantasma y recuerdo'. El segundo tuvo un carácter lingüístico. Era sólo una palabra-concepto: Yesiyeskot, que -supuestamente- en turco (lengua que desconozco) significa literalmente tierra y patria. Siendo 'Yes' tierra, 'i' y y 'yeskot' patria. Al despertar-despertar no podía creer la puntillosidad 'académica' del término.

Años atrás el carácter de esos sueños era distinto: me despertaba sacándome lagañas e inventándomè noticias del diario o definiciones de diccionario...

'Porque los sueños sueños son, y en este programa, se hacen realidad...'

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suspiro exagerado de Juansolo como a las 13:13 | Permalink |


2 Comentarios:


A las 15:54, a Blogger Magic le chifló el moño.

Siempre, siempre, soñé que se me caen todos los dientes de repente... La sensación de pasarme la lengua por las encías y no encontrarlos, es espantosa. Y tan real que asusta.

feliz año y buenos sueños, Juan!

 

A las 23:15, a Blogger Araña Patagonica le chifló el moño.

juan.. me hiciste descomponer de la risa con ese sueño.. vos estás más limado que yo.. jajajaj
un beso