Y un día me dije que tenía que empezar a compartir lo que escribo (o mejor dicho, lo que pienso, es decir, ponerlo por escrito y compartirlo), porque me di cuenta que necesitaba hacerlo. Poco a poco uno se va dando cuenta de lo que ocurre a su alrededor, qué pasa más allá de lo que digan los diarios, la tele, la radio...
Y un día me di cuenta que tenía una vida, que no era observador de ella, que podía ser protagonista, por primera vez en mi vida, de mi vida, es decir, simplemente
vivir. El otro día un amigo (
un amigo!...) me decía, nos decía, "
qué rápido, se pasó este año... ", a lo que se desprendió del fondo de mi ser, del último gramo de mi poco utilizado cerebro, base de todo mi ser, un comentario inmediato y absolutamente sincero y de corazón: "
pero que BUEN año... ". Parecerá un comentario absolutamente estúpido y banal, algo dicho como al pasar, pero para mí, para nosotros, fue absolutamente cierto y sentimental. Este 2005 es un muy buen año, quizá para mí el mejor de mi vida. Y es así..., detrás de mi amigo surgió otro (y de pronto comenzaron a aparecer, un simple paneo alrededor de esa simple mesa de bar me dio la imagen de varios amigos: caras felices, pero no de cualquier manera, caras felices de ver la mía, lo cual es algo poco probable, siempre lo fue -- menos en este maravilloso 2005). Surgió otro, decía, adelantándosé y diciendo, con su voz y su cara y su corazón expresándosé simplemente en su actitud, moviéndosé hacia delante, para que todos podamos verlo (y poder con todo derecho, decir "
hola amigo... "), expresaba así con su ser, como decía, - que me voy por las ramas - "
es verdà, este fue , ES, un buen año. ". Lo pienso, lo leo, lo vivo; y son tres momentos absolutamente distintos, con significados absolutamente distintos. El vivirlo fue estupendo, el pensarlo es tranquilizador y asegurante, el leerlo es algo banal, mundano, casual. Pero al leerlo vuelvo a vivirlo y vuelvo a sentir la
estupendez (y debería parar de neologizar -- pero vamos adelante con la revolución del idioma!, que está vivo, al fin de cuentas) de ese momento vivido, rodeado de amigos en serio, de esos que se conocen un día y ya pueden verse a sí mismos como amigos por un montón de tiempos por venir.
Y un día... un día caeré completamente en la cuenta que este 2005 es un año muy bueno, pero que por delante hay decenas de años mejores, sobre todo si ese pequeño grupo de gente que sonríe al ver tus ojos fijarse en los suyos sigue acompañándoté en tu camino. La forma en que la vida de uno impacta, incide en la vida de quienes nos acompañan por este camino a oscuras, hacia lo absolutamente desconocido, es algo que es inconmesurable y misteriorso, y que me da vueltas en la cabeza. Así como pensar la manera que mi propia vida VALE para aquellos con quienes me cruzo en este camino, sendero más bien, un sendero boscoso y afiebrado...
Pero ese tema pertenece a otro día... que tal vez, tal vez no llegará.